OPINION: Urbanismo táctico: pequeñas acciones, grandes transformaciones
El urbanismo táctico se refiere a intervenciones urbanas a pequeña o mediana escala que buscan transformar el espacio público de forma versátil, personalizada y de bajo costo. Más que grandes obras de infraestructura, este enfoque propone soluciones prácticas, inmediatas y adaptadas a las necesidades reales de la comunidad.
Uno de los grandes retos que enfrentan las ciudades actuales es el sentido que se otorga a los espacios públicos. Calles, plazas y parques no deberían concebirse únicamente como áreas de tránsito o recreación aislada, sino como escenarios de encuentro, cohesión social, participación ciudadana y bienestar colectivo. El urbanismo táctico apuesta por resignificar estos espacios, fomentando su uso en función de los intereses y particularidades locales, y generando un valor añadido a los servicios públicos existentes.
Para que estas intervenciones sean exitosas, es imprescindible contar con el respaldo activo de la comunidad. Este apoyo se construye mediante procesos genuinos de participación ciudadana que permitan diseñar, ejecutar y mantener los proyectos de forma conjunta. No se trata de aspirar a “proezas urbanas”, sino de impulsar acciones concretas, funcionales y sostenibles, que aprovechen y mejoren la infraestructura ya existente, elevando los estándares de accesibilidad y sostenibilidad ambiental.
En nuestro cantón, uno de los temas que se ha intentado impulsar es la demarcación y recuperación de espacios públicos. Sin embargo, estos esfuerzos han enfrentado obstáculos: si bien muchas de estas propuestas nacen de la iniciativa ciudadana, no siempre reciben el respaldo necesario de las instituciones locales ni del sector comercial. Esta falta de apoyo limita su alcance y sostenibilidad.
En el caso particular de Santa Ana, para que el urbanismo táctico prospere, es esencial que las intervenciones reflejen la identidad, valores, cultura y diversidad de la población local. Además, deben desarrollarse en armonía con los planes y proyectos urbanos de mayor escala, evitando interferencias o duplicidad de esfuerzos. También se debe considerar que las zonas con mayor densidad poblacional suelen presentar retos adicionales, lo que exige una planificación cuidadosa y flexible.
El urbanismo táctico es una herramienta ágil y creativa para embellecer, revitalizar e innovar en nuestro cantón. Pero su éxito y permanencia dependen de la colaboración activa entre planificadores/as, autoridades locales, sector privado y ciudadanía. Solo mediante un trabajo conjunto y coordinado podremos transformar nuestros espacios públicos en verdaderos puntos de encuentro, participación y orgullo comunitario.
Crédito de la imagen: Gobierno Local de Santa Ana
