El Concejo Municipal abordó este martes el conflicto surgido entre la feria del agricultor, organizada por el Centro Agrícola Cantonal de Santa Ana todos los domingos, y la instalación de juegos mecánicos como parte de los festejos populares organizados por la Fundación GAD y un empresario.
La discusión se dio en el marco de una visita de representantes del Centro Agrícola, quienes expusieron las dificultades enfrentadas el pasado fin de semana debido a la colocación de carruseles y estructuras en calles tradicionalmente destinadas a la feria dominical.
El alcalde Juan José Vargas señaló que desde la aprobación de los festejos se tenía claro que se trataba de un modelo distinto al de años anteriores, al estar a cargo de una fundación y no de una comisión municipal. Reconoció que hubo confusión en el proceso de planificación, especialmente por la presentación de mapas y propuestas distintas para el uso de las calles, lo que generó traslapes entre ambas actividades.

El alcalde destacó el papel de la vicealcaldesa Marielos Rivera —quien actuó como mediadora— en el diálogo con los organizadores de las fiestas populares y representantes de la feria, incluido el sector religioso, con el fin de resolver el conflicto sin afectar la realización de las eucaristías ni la actividad agrícola.
El alcalde subrayó la sensibilidad de la situación para los agricultores, quienes preparan con antelación sus productos y logística, y reiteró que el acuerdo del Concejo debe cumplirse, garantizando que para el próximo domingo el espacio esté libre para la feria, tal como fue determinado.
Por su parte, don Edgar Delgado, representante del Centro Agrícola Cantonal, explicó que la feria dominical está plenamente posicionada y que su traslado a otro día o lugar no resulta viable por razones económicas y logísticas. Señaló que no hubo intención de confrontación, pero sí preocupación por el incumplimiento de acuerdos previos y por el impacto que las estructuras y juegos mecánicos generan tanto en los agricultores como en comercios y vecinos de la zona.
Durante la sesión, varios regidores manifestaron su inquietud por el aparente incumplimiento del acuerdo municipal, señalando que no basta con girar instrucciones, sino que debe garantizarse su ejecución. Otros destacaron la importancia del diálogo y la mediación como mecanismos para resolver conflictos cuando surgen imprevistos, aunque coincidieron en que los acuerdos del Concejo deben respetarse y comunicarse oportunamente.






También se abordaron temas adicionales derivados de los festejos, como el ruido en horas nocturnas y las afectaciones a vecinos del casco central. El alcalde indicó que estos aspectos han sido remitidos al Ministerio de Salud, entidad competente para medir niveles de ruido y aplicar las sanciones correspondientes en caso de incumplimiento.
La sesión concluyó con el compromiso de las autoridades municipales de asegurar que la Feria del Agricultor se realice en el espacio que históricamente le corresponde, así como de tomar en cuenta las lecciones aprendidas para futuros eventos de gran magnitud, reforzando la planificación, la coordinación previa y el respeto a los acuerdos municipales.















































